lunes, 29 de abril de 2013

Capitulo 23



A la hora de reiniciar la sesión, Paula estaba más que repuesta, las palabras de Pedro la habían alentado y su abogado la había aconsejado.
Ella tenía las de ganar.
Llevaron de nuevo a Facundo, y todos se acomodaron en sus respectivos lugares.
-Señora Chaves necesito hacerle unas preguntas más.
Ella se puso de pie.
-¿Cuando comenzó su esposo con el maltrato físico?
-Hace aproximadamente tres meses y medio.
-¿Antes de eso, él había mostrado signos de violencia?
-Facundo siempre había sido posesivo y un poco controlador pero nunca en exceso, creo que en realidad nunca le presté atención a eso, poco a poco se fue tornando un poco más violento, comenzó a gritarme, a controlarme, a exigirme cosas. Pero no fue hasta hace tres meses que comenzó a golpearme.
La jueza asintió.
Paula regresó a su asiento. Ahora era el turno de Facundo.
-Señor P… por sus comentarios hechos anteriormente usted aceptó la culpa por el maltrato físico a su esposa. Tengo las pruebas para comprobarlo además.
-Su señoría –dijo el abogado de Facundo -Mi cliente acepta la culpa del maltrato físico, pero la señora Chaves está exagerando las cosas, además el señor P… afirma que ella disfrutaba de eso, incluso varias veces fue ella la que lo pidió.
Paula tuvo que cerrar los ojos y aguantarse. No tenia que perder los estribos.
-La amenaza supuestamente hecha contra el señor Alfonso es completamente falsa, no existe prueba de ello, solamente el testimonio de la señora de (P)…. Eso no es una prueba contundente.
-¿Y su cliente tiene pruebas acerca de lo que está diciendo? Porque me gustaría verlas.
-Lamentablemente no se cuenta con una grabación de los hechos.
Paula sonrió. Estaba atrapado.
-¿Qué me dice del intento de violación?
-Su señoría como le dije, eso no fue un intento de violación. A la señora le gustaba que las cosas se pusieran fuertes e incluso agresivas, el señor (P) nada más se dejó llevar por el momento.
Pedro se estaba agarrando con fuerza al asiento para no golpear a Facundo y su abogado. ¡Vaya que quería arrancarles la cabeza! Sentía como la rabia revoloteaba por su cuerpo al escuchar las cosas que decían de Paula. Pero sonreía al mismo tiempo ya que no tenían pruebas de nada y Paula sí.
-Señora Chaves, ¿Qué tiene que decir al respecto?
-Que es falso, por supuesto.
-Señor Alfonso tengo entendido que fue usted quien llevó a la señora al hospital.
-Así es.
-Me podría contar como pasó todo.
-Claro. Dos amigas de Paula y yo sospechábamos que algo no andaba bien con ella desde hacía tiempo, el mismo día en que encontré a Paula, por la mañana le hice una visita a su oficina y le comenté acerca de que Zaira, una de nuestras amigas, suponía que el problema era que Facundo pensaba que Paula y yo teníamos algo más que una amistad. Yo se lo pregunté a ella y ella me lo confirmó. En la noche recibí una llamada de Paula gritándome desesperada, pidiéndome ayuda, le pregunté qué pasaba pero ella no me pudo responder, escuché a lo lejos la voz de un hombre gritando y luego la llamada se cortó. Intenté llamarla varias veces pero no me contestó hasta que después de varios minutos ella volvió a llamar y me dijo que necesitaba que fuera por ella, la recogí en un parque que esta a una cuadra de su casa.
-¿Cómo la encontró?
-Al llegar al lugar no la pude ver en el coche así que me bajé, de pronto ella se acercó corriendo hacia mí pidiéndome que nos fuéramos de allí inmediatamente. La vi tan asustada que no renegué y nos subimos al auto, ella no dejó de llorar en todo el camino hasta que llegamos a mi casa en donde pude ver que su ropa estaba destrozada y tenía muchos golpes por todo el cuerpo. La llevé a las clínicas de inmediato. El resto de la historia creo que ya lo sabe.
La jueza le dio permiso a Pedro de sentarse y comenzó a revisar unos archivos en su escritorio.
-Algo más que deseen agregar las dos partes antes de que se tome una decisión.
Ninguno agregó nada más.
-Muy bien. Si no hay nada más que decir, la decisión ya está tomada.
Todos contuvieron la respiración.
Era hora, Facundo podría salir como un hombre libre o pagar años de cárcel por todo el daño cometido.
-Basado en los relatos de varios testigos, y las evidencias… declaro al señor Facundo P. culpable de todos los cargos.
Pedro suspiró de alivio al escuchar el veredicto y abrazó a Paula, ella se aferró fuertemente a sus brazos y no pudo evitar soltar unas cuantas lágrimas. El abogado de Paula sonrió satisfecho.
Pero no todos tomaron bien la noticia.
-¡Qué!
-¡Esto no puede ser! Yo no tengo la culpa de que a mi mujer le gustara la agresividad, yo lo hacía porque ella disfrutaba conmigo. ¡Ella es la que tiene que pagar!
Facundo se había levantado hecho una furia, los oficiales lo tomaron de prisa para evitar que causara algún destrozo.
-¡Me las vas a pagar maldita zorra! ¡Esto no se va a quedar así! ¡El día que salga de la cárcel me las vas a pagar todas!
Paula le detuvo la mirada y le sonrió.
-En ese caso, te voy a estar esperando Facundo, ya no puedes hacerme ningún daño, ya no.
Facundo se volvió loco.
La jueza ordenó llevarlo de nuevo a la comisaría.
-¿Qué va a pasar con él ahora? –preguntó Pedro.
-Se llevará a cabo la sentencia, probablemente con todos los cargos encima en cuestión de días ya estará en la prisión de la capital. No saldrá de allí por lo menos en unos cincuenta años. –respondió la jueza
-¿Qué va a pasar con el divorcio?
-Eso ya es historia, mañana mismo tendrá los papeles, en casos como estos en los que se comprueba el maltrato físico y más si el acusado ya está condenado es cuestión de papeleo. No necesitamos la firma del señor (P), solamente la suya.
Paula respiró, su corazón se aceleró.
-Es usted una mujer libre, señorita Chaves.
Paula suspiró, ¡Qué bien se escuchaba la palabra señorita de nuevo! Claro que lo había notado. Y claro que se sentía libre.
-Muchas gracias por todo.
-No tiene nada que agradecer, la justicia se hizo presente.
Después de eso la jueza se puso de pie y salió del juzgado. Pedro y Paula agradecieron a su abogado por todo y quedaron de acuerdo para recibir los papeles de divorcio.
Ahora sí, todo había terminado.
Por fin podía respirar con toda la libertado del mundo y ya no sentía ningún peso sobre ella, como la jueza le había dicho, era una mujer libre, de todo.
-Pau, estoy muy orgulloso de vos.
Paula sonrió y lo abrazó de nuevo.
-No habría logrado nada sin vos ni Zai, ustedes son mi familia, ustedes son todo mi soporte. Gracias por todo.
Estuvieron unos minutos más abrazados hasta que decidieron salir.
Zaira fue corriendo hasta ellos queriendo obtener noticias de lo sucedido, pero Paula se llevó una sorpresa al ver a Florencia también allí.
-¡Flor! ¿Qué haces aca?
-¡ Vengo a apoyarte! ¿Qué más?
Paula sonrió.
-¡Pero ya decinos que pasó! ¿Cómo les fue?
-Declararon a Facundo culpable ¡Y tengo el divorcio!
Sus amigas solamente se dedicaron a abrazarla, después de todo, todo lo que había pasado Paula no era nada agradable.
Pero ahora todo sería pasado y nada más que eso.




-----------------------------------------------------------------------------------  

Ay! Chau Facundo, para siempre? Ojala!
Que lindo es leer sus comentarios y criticas tambien! Me alegra que guste esta historia! Al ser TAN  fuerte tenia como cierto miedo a que no gustara!
Hoy aprovecho que tuve un rato libre y subi, porque nose si a la tarde iba a tener internet!
Hasta mañana!:)

1 comentario: