viernes, 19 de abril de 2013

Capitulo 3

Abrió los ojos lentamente, aun miraba borroso y no recordaba donde estaba.
Poco a poco se fue levantando hasta recordar que se había quedado dormida en el sofá de su oficina. Lo primero que hizo fue ver el reloj; había dormido dos horas completas. Debían de servir de algo.
Después de arreglarse un poco salió de la oficina, para encontrarse con Florencia y Pedro hablando en la recepción.
-¡Vaya! ¡Hasta que despertó la bella durmiente!
-Sí… sentía la presencia de una bestia y quise asegurarme de que no corría peligro.
Pedro la vio con los ojos entrecerrados.
-No puedo creer que trates así a tu socia, así el negocio jamás va a prosperar.
Paula soltó una carcajada, mientras que Florencia los veía con cara de pocos amigos.
-La próxima vez, te quedarás hablando con la pared.
-¡Oh vamos Flor! Sabes que estoy jugando.
-No, no, no…. Ya no te creo nada.
-Ya veremos. –dijo tirándole un beso mientras le indicaba a Paula que se sentar junto a él.
Paula sin dudarlo se sentó junto a él y Pedro pasó un brazo alrededor de ella.
-Bueno los dejo para que hablen, además tengo que terminar un anuncio.
-Anda tranquila, no te vamos a interrumpir-dijo Pepe
-¡Que considerados!
-Para que veas que buenos amigos somos –dijo Paula sonriendo
-En una hora quiero una taza de café sobre mi escritorio..¡ahh! y una dona también.
-Ok.
Florencia desapareció por la puerta de su oficina.
-¿Tenías mucho rato aca?
-Pues… algo, pero no importa.
-No debiste esperarme.
-¡Claro que sí! Quería hablar con vos, pero además tengo algo importante que preguntarte.

-¿Qué pasó compañero?
-¿Qué es ese golpe que tenes en el labio? –dijo en tono serio
Paula sintió como el alma se le caía a los pies. ¡¿Cómo se había dado cuenta?! Debió suponerlo, a Pepe no se le pasaba nada. Pero ahora, ¿Qué le diría? ¿La verdad?
No. Definitivamente no.
-Bueno, como ya conoces mi inutilidad, ayer… pues.. estem… estaba sacando algo de los estantes de arriba de la cocina, pero la puerta no quería abrir la tire demasiado fuerte y pues bueno… ya vez los resultados.
-¿Por qué no me extraña? Sos una distraída de lo peor. La próxima vez tene cuidado, no quiero que mi siguiente visita sea en un hospital.
Paula le dedicó una sonrisa y él se la devolvió.
Al parecer la respuesta lo había convencido, aunque odio la sensación de mentirle a su mejor amigo, la segunda mentira de la semana, una en cada día.
-¿Y para que venías a buscarme?
-¡Qué! Ahora resulta, ¿Ya no te puedo visitar?
-¡Pedro! Deja de trasgiversar todo lo que te digo.
Pedro rió.
-Ya, está bien. Mañana es la fiesta, vine a que me dieras la bendición.
-Claro, debí suponer que no era una vistita social.
-¿Y que querías? Todavia sigo ofendido por el abandono de mañana.
Paula puso los ojos en blanco.
-Ya te dije que no es mi culpa Pepe, además siempre podremos opinar de las fotos que salgan en los diarios y revistas la semana siguiente.
-¡Claro! ¡Me gusta opinar! –dijo sonriente
De repente un grito se escuchó desde el fondo.
-¡Burlarse y Criticar querrán decir!
-¡Deja de meterte en conversaciones Florencia Uschi! –gritó Pepe
-¡Quiero mi dona!
Paula soltó una carcajada.
-Creo que voy a mandar a poner paredes a prueba de sonido.
-Es una buena idea, tu socia es una chusma, por más que nos critique a nosotros yo sé que ella es peor.
-¡Te escuché Pedro!
-¿Hey… tenes pensado hacer algo hoy? –preguntó Pepe
-¿Por qué la pregunta?
-Bueno, es que yo no tengo nada pensado, ¿Queres ir a cenar?
De pronto las imágenes de los golpes, los gritos y las sacudidas regresaron a su mente como una película, la piel se le erizó y estuvo a punto de llorar.
-¿Pau?..¿Paula..? ¿Estás bien?
Paula reaccionó.
-Sí, sí, claro. Perdona es que…me acordé de algo, nada más.
-Te pusiste pálida… ¿Segura estas bien?
-Sí no te preocupes, es que hoy apenas desayuné, es por eso, la verdad me estoy muriendo de hambre.
-¿Qué te parece si en vez de cenar... almorzamos?
Paula dudó, pero si no aceptaba Pedro sospecharía algo.
-¡Claro, me parece perfecto!
Las horas, los días, las semanas fueron pasando. La noche que dejaría marcada a Paula para toda su vida no se había vuelto a repetir. Hace un mes que ya no era la misma, hace un mes que ya no confiaba en su marido, hace un mes que no paraba de ponerse nerviosa cada vez que lo miraba.
Sentía el pánico recorrer sus venas de solo pensar que tal escena se volviera a repetir. Era cierto que no le había vuelto a poner una mano encima, pero… desde esa noche Facundo no era el mismo. Estaba más agresivo, más explosivo, más atento a cada movimiento de ella. Y eso no le gustaba.
Se sentía encerrada, agobiada y asustada todo el tiempo. Hacía todo lo que Facundo le pedía con tal de que no se alterara, llegaba temprano a casa, evitaba hablar con Pedro por teléfono mientras él estuviera en casa, ya no salía tan a menudo como antes, su vida estaba dando un giro de ciento ochenta grados y no podía hacer nada para evitarlo.
Tenía miedo, mucho miedo.

----------------------------------------------------------------------------------- Me alegro que les guste! @HeyBett_

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