-¡Hola Paula!
-Buenos Días Flor ¿Cómo estás?
-Bien gracias y ¿Vos? ¿Qué tal tu
día de descanso?
Odiaba mentir, pero últimamente
se había convertido en una experta.
-Perfecto –añadió con una sonrisa
-Me alegro
-Enseguida vengo, nada más dejo
esto en mi oficina.
-Claro, cuando vengas ya va a
estar listo el café
Paula rió.
A los pocos minutos ya estaba de
vuelta.
-¿Paula, te sentis bien?
Paula se tensó. ¿Se vería el
golpe en su mejilla? Imposible.
Había utilizado mucho maquillaje
para disimularlo, además no estaba tan morado como los otros golpes.
-¿Por qué lo decis? –preguntó
nerviosa
-Es que con semejante calor que hace,
estas con esa blusa hasta el cuello.
Paula respiró. Por un momento pensó que Florencia
había visto el golpe. Respecto a la blusa, no le había quedado otra opción, si
se atrevía a usar una blusa de tirantes o un poco destapada los moretones de su
pecho serían notorios.
-¡Ah eso! Bueno es que creo que
me voy a resfriar, entonces dije mejor
prevenir que lamentar.
Florencia asintió levemente,
aunque no muy convencida con la historia.
-¿Qué tal estuvo ayer por aca?
-Normal, nada nuevo.
-¿Hay algo importante para esta
semana?
-Nada más los afiches para la
nueva bebida de lima.
-¿Es para esta semana? –preguntó
exaltada
-Sí, ¿Por qué te sorprendes? Hace
semanas que está en el calendario.
-¡Lo olvide por completo! ¡Aun no
tengo todos los afiches!
-¿Lo olvidaste? Nunca te olvidas
nada.
-Lo siento es que estos últimos
días estuve algo…distraída.
-Algo había notado de eso, pero
no pensé que a tal grado. Paula, ¿segura que estas bien? –preguntó con seria
preocupación
Paula odio volver a mentirle a su
amiga, ella no se merecía que le mintiera, ninguno de sus amigos merecían
mentiras. Considero por unos segundos decirle toda la verdad a Florencia tras
ver la preocupación por ella en su rostro, pero simplemente no pudo.
Nadie podía saber, nadie debía
saber.
Por Pedro, aguantaría todo por Pedro.
-Estoy bien Flor, no es nada
grave. Ahora va a ser mejor que me ponga a trabajar en la campaña. Gracias por
el café.
Sin decir más, entró a su
oficina.
Florencia estaba realmente
preocupada, algo serio le pasaba a Paula. Pedro no estaba exagerando cuando le
habló, estaría más alerta que nunca.
¿Estaría Pedro en lo correcto?
¿Estaría enferma de algo grave? ¿Por qué Paula lo mantenía en secreto?
Una buena razón para ocultarlo
pensó Florencia, Paula jamás les escondería algo tan importante, si no a ella,
a Pedro.
-¿Hola?
-¿Pedro?
-¡Flor! ¿Ya no me reconoces? Dejame
decirte que me ofendes.
-Lo siento, no he comido mi muffin
del día, no funciono bien sin el.
Florencia escuchó como Pedro
soltaba una carcajada.
-Florencia Uschi, tengo el honor
de decirte que tenes una grave adicción a los muffins, deberías visitar a un
doctor ¿sabes?
-¡No quiero! Soy feliz con mi
adicción.
-Bueno, vos sabrás. Por lo menos
espero que hagas ejercicio.
-¡Pedro Alfonso! ¿Cómo te
atreves?
-¡Eh! Digo la verdad.
-Sos un abusivo, pero bueno te lo
voy a dejar pasar nada más porque ahora si estoy preocupada.
-¿Por Paula? –dijo alterado
-Sí
-¿Qué pasó? ¿Te dijo algo?
¿Descubriste algo?
-¡Una pregunta a la vez! No me
abrumes.
-Florencia…
-Paula olvido por completo una
campaña que esta apuntada en el calendario desde hace semanas.
-Paula jamás olvida nada, menos
un trabajo.
-Exacto y me dio la vaga excusa
de que estas semanas había estado distraída. Yo no le creo.
-Ya somos dos –mustió
-Además cuando le pregunté el por
qué de la ropa que llevaba se puso muy nerviosa.
-¿Por la ropa que llevaba? ¿Eso
que tiene que ver? –dijo confundido
-El día de hoy hace calor, es más
toda la semana hizo calor, Paula se apareció el día de hoy con una blusa de
cuello de tortuga.
-¿Quiere morir asfixiada o qué?
-Me dijo que presentía que se iba
a un resfriar, así que mejor prevenir que lamentar.
-No es época de resfriados.
-¡Bingo!
-Todo esto está muy raro Flor, no
entiendo nada.
-Yo menos, pero ahora más que
nunca la mantendré bien vigilada.
-¿Qué te parece si llego dentro
de un rato?
-Me parece una buena idea, a ver
que le podes sacar.
-Tampoco quiero que sospeche que
yo sé algo.
-No creo que lo haga, va a estar
algo ocupada con lo de la campaña.
-Perfecto, no me va a poder
evadir.
-Puede que solo te ignore.
-Gracias por los ánimos.
-¡De nada!
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