miércoles, 24 de abril de 2013

Capitulo 11


-¡Hola Paula!
-Buenos Días Flor ¿Cómo estás?
-Bien gracias y ¿Vos? ¿Qué tal tu día de descanso?
Odiaba mentir, pero últimamente se había convertido en una experta.
-Perfecto –añadió con una sonrisa
-Me alegro
-Enseguida vengo, nada más dejo esto en mi oficina.
-Claro, cuando vengas ya va a estar listo el café
Paula rió.
A los pocos minutos ya estaba de vuelta.
-¿Paula, te sentis bien?
Paula se tensó. ¿Se vería el golpe en su mejilla? Imposible.
Había utilizado mucho maquillaje para disimularlo, además no estaba tan morado como los otros golpes.
-¿Por qué lo decis? –preguntó nerviosa
-Es que con semejante calor que hace, estas con esa blusa hasta el cuello.
Paula  respiró. Por un momento pensó que Florencia había visto el golpe. Respecto a la blusa, no le había quedado otra opción, si se atrevía a usar una blusa de tirantes o un poco destapada los moretones de su pecho serían notorios.
-¡Ah eso! Bueno es que creo que me  voy a resfriar, entonces dije mejor prevenir que lamentar.
Florencia asintió levemente, aunque no muy convencida con la historia.
-¿Qué tal estuvo ayer por aca?
-Normal, nada nuevo.
-¿Hay algo importante para esta semana?
-Nada más los afiches para la nueva bebida de lima.
-¿Es para esta semana? –preguntó exaltada
-Sí, ¿Por qué te sorprendes? Hace semanas que está en el calendario.
-¡Lo olvide por completo! ¡Aun no tengo todos los afiches!
-¿Lo olvidaste? Nunca te olvidas nada.
-Lo siento es que estos últimos días estuve algo…distraída.
-Algo había notado de eso, pero no pensé que a tal grado. Paula, ¿segura que estas bien? –preguntó con seria preocupación
Paula odio volver a mentirle a su amiga, ella no se merecía que le mintiera, ninguno de sus amigos merecían mentiras. Considero por unos segundos decirle toda la verdad a Florencia tras ver la preocupación por ella en su rostro, pero simplemente no pudo.
Nadie podía saber, nadie debía saber.
Por Pedro, aguantaría todo por Pedro.
-Estoy bien Flor, no es nada grave. Ahora va a ser mejor que me ponga a trabajar en la campaña. Gracias por el café.
Sin decir más, entró a su oficina.
Florencia estaba realmente preocupada, algo serio le pasaba a Paula. Pedro no estaba exagerando cuando le habló, estaría más alerta que nunca.
¿Estaría Pedro en lo correcto? ¿Estaría enferma de algo grave? ¿Por qué Paula lo mantenía en secreto?
Una buena razón para ocultarlo pensó Florencia, Paula jamás les escondería algo tan importante, si no a ella, a Pedro.
-¿Hola?
-¿Pedro?
-¡Flor! ¿Ya no me reconoces? Dejame decirte que me ofendes.
-Lo siento, no he comido mi muffin del día, no funciono bien sin el.
Florencia escuchó como Pedro soltaba una carcajada.
-Florencia Uschi, tengo el honor de decirte que tenes una grave adicción a los muffins, deberías visitar a un doctor ¿sabes?
-¡No quiero! Soy feliz con mi adicción.
-Bueno, vos sabrás. Por lo menos espero que hagas ejercicio.
-¡Pedro Alfonso! ¿Cómo te atreves?
-¡Eh! Digo la verdad.
-Sos un abusivo, pero bueno te lo voy a dejar pasar nada más porque ahora si estoy preocupada.
-¿Por Paula? –dijo alterado
-Sí
-¿Qué pasó? ¿Te dijo algo? ¿Descubriste algo?
-¡Una pregunta a la vez! No me abrumes.
-Florencia…
-Paula olvido por completo una campaña que esta apuntada en el calendario desde hace semanas.
-Paula jamás olvida nada, menos un trabajo.
-Exacto y me dio la vaga excusa de que estas semanas había estado distraída. Yo no le creo.
-Ya somos dos –mustió
-Además cuando le pregunté el por qué de la ropa que llevaba se puso muy nerviosa.
-¿Por la ropa que llevaba? ¿Eso que tiene que ver? –dijo confundido
-El día de hoy hace calor, es más toda la semana hizo calor, Paula se apareció el día de hoy con una blusa de cuello de tortuga.
-¿Quiere morir asfixiada o qué?
-Me dijo que presentía que se iba a un resfriar, así que mejor prevenir que lamentar.
-No es época de resfriados.
-¡Bingo!
-Todo esto está muy raro Flor, no entiendo nada.
-Yo menos, pero ahora más que nunca la mantendré bien vigilada.
-¿Qué te parece si llego dentro de un rato?
-Me parece una buena idea, a ver que le podes sacar.
-Tampoco quiero que sospeche que yo sé algo.
-No creo que lo haga, va a estar algo ocupada con lo de la campaña.
-Perfecto, no me va a poder evadir.
-Puede que solo te ignore.
-Gracias por los ánimos.
-¡De nada!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario