sábado, 20 de abril de 2013

Capitulo 5


Sentía sus ojos pesados, doloridos, secos. Tardó horas en poder parar de llorar y apenas había dormido.
Esperaba que a esas horas del día Facundo ya se hubiera ido de la casa. No quería verlo, no creía poder verlo. No sin temblar. No sin llorar, no sin sentir que el pánico la consumía.
No solo su cuerpo había sido dañado, su corazón también. No entraba en su cabeza la idea que su marido, aquella persona con la que había decidido compartir toda su vida, la maltratara de esa forma. Estaba segura del amor que sentía por él y por eso le dolía aun más.
¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora?
No sabía cómo actuar, todo estaba muy confuso aún.
Lentamente se levantó de la cama sintiendo un pequeño dolor a su costado derecho, levantó su blusa poco a poco y pudo ver el daño. Lágrimas volvieron a acoplarse en sus ojos.
No. No lloraría más.
Como pudo, se tragó las lágrimas, caminó hacia el baño y tomo una ducha. Al salir se vistió con la ropa del día anterior ya que todo lo que le pertenecía estaba al cuarto de al lado.
Abrió suavemente la puerta, tratando de hacer el menor ruido posible. Salió al pasillo mirando a todos lados, y al no ver ni sentir la presencia de nadie, continuó su camino hasta su habitacion. Una vez ahi recostó su oreja derecha en la puerta.
Nada.
No se escuchaba nada. Suspiró de alivio.
Eran más de las diez de la mañana, Facundo ya debería  estar levantado, él nunca se levantaba después de las ocho. Giró el pomo de la puerta y entró.
No había nadie.
Cerró la puerta y se dirigió al armario. Se vistió con cuidado de no lastimarse y agradeció que el golpe no fuera visible para el resto.
Tenía que salir de la casa, normalmente los sábados Facundo llegaba temprano, ella no quería estar ahi cuando él llegara. Se maquilló, se peino y metió en su bolso todo lo que necesitaría. Deprisa salió del cuarto.
Paralizada.
-Fa...Facundo…-dijo en más para ella que para él
-Mi vida….
Facundo se acercó a ella dispuesto a abrazarla, Paula inmediatamente se apartó.
-No…
-Paula no me hagas esto, tengo bastante conmigo mismo.
Paula comenzó a llorar. No lo pudo evitar. Verlo, escucharlo decir esas palabras le movieron algo, ella lo amaba. No entendía porque la lastimaba de ese modo.
-Veni acá.
Facundo la tomo por los brazos y la abrazó, Paula no pudo hacer nada más que aferrarse a él. El amor podía ser traicionero algunas veces.
-¿Por qué? –sollozó
-Lo siento mi vida, es que no me puedo controlar, los celos me…me bloquean todo y ya no pienso. No sé lo que hago. -Pero  sabes que te amo ¿verdad? –dijo Facundo
Paula no quiso decir nada. Simplemente no hizo nada.
-Te amo Paula, perdoname.
Ella asintió con la cabeza.
Su celular comenzó a sonar, se separó de Facundo y contestó. Pero su marido la miraba fijamente y de pronto se sintió nerviosa.
-¡Nos vamos de compras!
-¡Zai que gusto!
-Así es, tu otra mitad ya está en la ciudad.
Paula rió.
-¿Tenes planeado hacer algo hoy?
-No, la verdad es que no.
-¡Perfecto! Te veo en el shopping a las dos de la tarde… en punto.
-¿Quién te dijo que voy a ir?
-No me dejes esperando ¡te quiero! ¡Chau!
Paula simplemente renegó con la cabeza y cerró su celular.
-¿Vas a salir?
Paula no sabía que decir, era obvio que él sabía que ella había aceptado, pero ¿la dejaría ir?
-¿Te molesta? –pegunto con miedo
-No, no…mientras no sea con Pedro todo perfecto.
Facundo tuvo el cinismo de sonreír.
Recordaba a la perfección haberle prometido a Facundo no dejar que Pepe regresara a la casa ¿Cómo iba a olvidarlo?, pero ¿no verlo?
Paula tragó saliva. No sabía si fuera capaz de hacer semejante sacrificio, era amiga de Pedro desde que tenía memoria. Lo quería muchísimo, nunca haría nada que lo lastimara, y ella no podría vivir sin su mejor amigo.
Paula se limitó a sonreír débilmente. Se despidió lo más rápido que pudo de su marido y salió de la casa.
A las dos en punto estaba en el Shopping. ¿y Zaira?
No había llegado. Como siempre.
-¡Paula! ¡Paula! –escuchó que gritaban
-¿Zaira Nara?
-¡Hey! ¿Por qué me hablas en ese tono como si no me conocieras?
-Son las dos…en punto, y estas aca.
Zaira le dedicó una cara de pocos amigos.
-Muy graciosa, pero voy a hacer de cuenta que no me dijiste nada.
Paula soltó una carcajada. Al terminar ella y Zai se abrazaron.
-¿Cómo te fue con tu viaje?
-Normal, ya sabes, reunión tras reunión y después dormir al hotel, nada bueno y nada de mi otra mitad.
Paula rió.
-¡No te rías! ¡Sos igual que Pedro! Siempre se burlan de mí cuando menciono lo de la otra mitad.
-¡Zai, es que vos lo buscas hasta en el baño! Deberías dejar que el "Sr. Perfecto" llegue por sí solo.
-Ya veremos, lo voy a pensar. -Vos, ¿Cómo estas? ¿Cómo está Facundo?
De pronto Paula se tensó.
-Ehhh, bien.
Zaira la vio con desconfianza.
-¿Estás segura?
-Sí, sí no te preocupes.

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Espero que les guste! Este cap ya pertenece al del dia Domingo, ya que no lo voy a poder subir en el resto del dia! Besos! @heybett_

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