-¿Señora P...?
Paula levantó la mirada hacia el hombre que entraba
por la puerta de su habitación de la clínica.
-Prefiero que me llame por mi apellido.
-Sí, claro como usted guste. Permítame presentarme,
soy el oficial Juan Ferrara.
-¿Oficial? –preguntó un tanto asustada
-No se asuste señora Ch, estoy acá para
ayudarla, nada más.
Paula asintió.
-¿Me permite hacerle unas preguntas sobre lo que paso
recientemente?
-¿Tiene que ser ahora?
-Entre más rápido trabajemos, más rápido podremos
presentar cargos contra su marido.
-Entiendo.
No quería hablar. No por defender a Facundo, no se
volvería a callar nada, pero hablar de lo sucedido era algo doloroso, era
recordar, recordar cuanto había sufrido en silencio estos meses pasados.
No quería recordar.
En ese preciso momento la puerta de su habitación
volvió a abrirse. Eran Pedro y Zaira que regresaban después de unas cuantas
horas y con un ramo de flores.
-¡Hola Pau! ¡Mira lo que trajimos!
-Yo las elegi, espero que te gusten –dijo Pedro
Habían pasado dos días desde que había ingresado a
la clínica; ella juraba que sus dos amigos estaban durmiendo en la sala de
espera. La visitaban a todas horas y procuraban no dejarla nunca sola, estaba
muy agradecida con ellos.
Florencia también había ido a visitarla en cuanto se
enteró de la situación, no podía creer nada de lo sucedido; pero
lamentablemente ella debía encargarse de la empresa, así que no podía ir tan
seguido.
-No tenían que haberse molestado, están hermosas
–dijo con una pequeña sonrisa
De pronto Pedro frunció el seño al ver a un
desconocido en la habitación.
-Ehhh… ¿Buenas tardes….?
-Soy el oficial Juan Ferrara, el encargado de la
investigación sobre la señora Ch.
Pedro estrechó su mano.
-Ah sí, creo que el Doctor Casillas mencionó su
nombre.
-Esperaba poder hacerle unas preguntas sobre lo
sucedido a la señora Ch, entre más rápido actuemos, más pronto acabara todo
esto.
-Sí está bien oficial ¿se pueden quedar mis
amigos?...por favor.
-Claro, no hay problema –dijo sonriendo
amigablemente.
Pedro y Zaira tomaron sus lugares respectivamente,
uno a cada lado de ella.
Sabían que esto iba a ser algo duro, pero ellos
estarían allí para mantenerla de pie y con fuerza. El señor Ferrara comenzó con
las preguntas.
-Me podría decir ¿Cuándo comenzó su marido a
golpearla?
-Hace tres meses y medio.
-¿Qué pasó hace dos noches que la hizo huir?
Paula comenzó a ponerse nerviosa, Pedro y Zaira la
abrazaron un poco más fuerte.
-Él…él…intentó…abusar de mí.
Pedro se tensó de inmediato. Ella no había dicho
nada de eso anteriormente.
-Sé que esto va a ser un poco incómodo para usted,
principalmente porque no me conoce, pero es necesario que me responda con toda
sinceridad.
Paula asintió.
-¿Su marido la forzó a tener relaciones sexuales
anteriormente?
-No. Nunca antes lo había intentado…yo no podía
soportar que…-Paula comenzó a llorar
-¿Oficial es necesario seguir ahora? –preguntó Zaira
-Está bien Zai, entre más pronto, mejor.
-¿Estas segura? –preguntó Pedro más serio de lo
normal
-Sí –dijo fuertemente
-En ese caso, prosigamos.
-¿Me podría relatar cómo fueron las cosas esa noche?
Paula con gran esfuerzo logró contar como sucedieron
las cosas. No pudo evitar llorar, pero tener a sus mejores amigos junto a ella
le daba fuerzas para todo. Facundo tenia que pagar por lo que le había hecho,
no iba a salirse con la suya. -Después Pedro llegó por mí, y creo que el resto ya
lo sabe.
-Déjeme decirle que usted fue muy valiente señora Ch.,
y con su testimonio será más que suficiente para encerrar al señor P. en la
cárcel.
Paula asintió con la cabeza.
-¿Señora por que esperó tanto tiempo? ¿Por qué no
denunció a su esposo desde que comenzó el maltrato?
-Me amenazó.
-¿Con que la amenazó?
-¿Es necesario que lo diga? ¿No basta con que le
diga que me amenazó? Porque le aseguro que de lo contrario yo no me habría
quedado callada.
-Lamento informarle que sí lo es. Esto puede
determinar cuántos años más su marido podrá permanecer en la cárcel, agravaría
los delitos de su esposo contra usted.
-No quiero decirlo.
-Señora Ch., no se retracte ahora.
-¡No me estoy retractando! ¡Yo a Facundo no lo
quiero volver a ver en mi vida! ¡Él hizo que mi vida se vuelva un infierno!
-Paula tranquilizate… -dijo Zaira
-Por eso mismo señora Ch., es necesario que me
diga con qué la amenazó. ¿Atentó contra su vida?
-¡Ya le dije que me amenazó, me amenazó y punto! –gritó
-Oficial Ferrara, creo que por hoy ha sido
suficiente.-dijo Pedro levantándose y abriendo la puerta de la habitación -
¿Puedo hablar con usted afuera?
El oficial se levantó de su asiento y caminó al
pasillo de la clinica.
Antes de salir Pedro consoló un poco a Paula, y
salió.
-Paula, tenes que decirle al oficial que fue lo
que….
-Zai, Pedro estaba aca. Él no se tiene que enterar.
–dijo llorando
Ella la abrazó.
-Paula, ya cargaste con el secreto de Facundo
durante mucho tiempo. ¿No crees que cargar con este también va a ser difícil? Pedro
tarde temprano se va a enterar. No dejes que Facundo te siga arruinando la vida
Pau…
Paula no respondió.
-Pensalo ¿sí? Yo ya no quiero que sufras más, si
hablas Paula, todo esto va a acabar y vas a poder seguir adelante. Ya nada te
atormentará más.
Zaira tenía razón, el peso de ese secreto se
volvería tan grande como el de los maltratos de Facundo. Ella ya no quería
secretos, ya no quería fingir, ya no quería mentir.
Le contaría la verdad a Pedro.
Solo esperaba que él no se sintiera culpable por
nada.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Ahi fueron 2 capitulos! Espero que les guste! Hasta mañana!:)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario