-¡Paula! –dijo sonriente
-¡Zai! –dijo sonriendo y nerviosa
-Espero no estar molestando pero
ya tenemos días de no vernos y quise pasara a visitarte.
-No te preocupes, pasa.
-Gracias.
Paula y Zaira caminaron en
silencio hasta la sala, Paula comenzó a voltear a ver por todos lados.
-¿Qué estás buscando?
-¿Eh?
-Es que estas viendo para todos
lados como si estuvieras buscando algo.
-¡Ah sí! Es que… estoy segura de
que dejé por aca un trapo para limpiar de la cocina, pero no lo veo.
-Mmm…
-Paula escuché el timbre no me
digas que…
-¡Hola Facundo tanto tiempo!
–saludó la morocha animadamente
Paula pudo ver como su marido
forzaba una sonrisa.
-Sí…sí…bastante tiempo.
-Espero no estar molestando, pero
ya extrañaba a Paula y quise pasar a visitarla.
-No te preocupes Zaira. ¿Viniste
sola?
¡Estaba pensando que Pedro iba a
llegar! Si ya se sentía nerviosa con la llegada de Zaira, ahora estaba peor.
-Sí vengo solita.
-¿Queres algo de tomar o de
comer? –le ofreció
-Un vaso con agua estará bien.
–sonrió
-Paula ¿podes ir? –dijo Facundo
-Claro, enseguida regreso,
Zaira frunció el seño ante la
situación. ¿Qué había sido eso?
-¿Bueno y que estuviste haciendo
últimamente? Supe que estuviste de viaje.
-Sí, bueno tuve un pequeño
problema en donde trabajaba antes y decidí dejar el trabajo y disfrutar de unas
vacaciones. En este momento estoy en busca de trabajo.
Antes de que Facundo pudiera
responder Paula apareció el agua para Zaira.
-Gracias Pau.
-De nada.
Zaira se encontraba sentada en el
sofá para dos personas, Facundo se encontraba enfrente, Paula decidió sentarse
con Zaira.
-Zaira ¿te queres quedar a
almorzar?
-No quiero molestar.
-No es molestia –dijo Paula
-Bueno en ese caso… está bien.
Durante veinte minutos los tres
conversaron sobre diferentes temas, Zaira no lograba encontrar nada raro en Paula,
ni en su casa, todo parecía estar normal. Al principio había notado cierto
nerviosismo por parte de Paula pero ya había desaparecido.
Pasaron al comedor ya que la
comida estaba lista.
-¡Paula te volviste en una
cocinera excelente!
-Gracias –rió Paula
-Me tienes que enseñar para el
día en que yo me case
-¿Ya tenes al hombre? –preguntó Facundo
-No, lamentablemente el único
hombre estable en mi vida es Pedro –dijo riendo
Paula soltó el tenedor al
escuchar el nombre, volteó inmediatamente con Facundo y pudo ver la transformación
de su rostro. Ahora tenía una expresión sombría y la mandíbula en tensión.
Zaira no había notado nada.
-Hablando de Pedro, el otro que
te fue a visitar me dijo que tal vez quedáramos para juntarnos los tres. ¡Hace
mucho que no salimos!
Paula quiso llorar. Sin querer,
su mejor amiga le había garantizado una golpiza para esa noche ¿Ahora qué
haría? ¿Cómo lograría salir de esta situación?
-¿Pedro fue a la oficina?
–preguntó Facundo
-Ehhh…si fue un día de esta
semana.
-Bueno, que decis ¿para cuándo
ponemos la fecha?
-Vamos mi amor, respóndele a tu
amiga. –dijo picándola
Paula comenzó a ponerse cada vez
más nerviosa y alterada.
-Zai no creo que pueda, es que
tengo mucho trabajo últimamente.
-Pero no te estoy pidiendo un día
entero, con dos horas basta.
-Aun así….no se….
-¿No me digas que no te morís de
ganas de ver a Pedro? Sé cuanto queres a tu amigo –dijo Facundo
Paula evitó su mirada.
-¡Si Pau! el pobre está que se
muere por verte más seguido, te extraña.
-Me imagino –dijo sarcástico
facundo.
-Dejame ver mi agenda ¿sí?
Después te digo.
-No seas mal educada mi vida, decile
una fecha.
Zaira comenzó a darse cuenta del
tono molesto y sarcástico con el que hablaba Facundo, notó también como Paula
evitaba ver a los ojos a su marido y que ella había vuelto al estado de
nerviosismo.
-¿Estás bien Paula?
-Sí, sí no te preocupes.
-Paula, Zaira sigue esperando la
fecha. No querrás dejar a Pedro con las ganas ¿no? Supongo que vos también te moris por verlo.
-Bueno, no es necesario que me
des la fecha ahora, si queres nos ponemos de acuerdo más tarde.
Paula asintió con la cabeza.
Luego se levantó de la mesa con la excusa de haber olvidado algo en la cocina.
Se recostó en uno de los muebles
de la cocina y estuvo a punto de empezar a llorar. Nunca se imaginó que Zaira
comenzara a hablar de una posible junta con Pedro. ¡Menos que mencionara la
visita de él a la oficina! ¿Cómo no se le ocurrió antes? Los tres se contaban
todo, recordó como siempre habían sido unidos y que ahora por culpa de
ella….estaban distanciados.
Necesitaba un poco de tiempo para
recuperarse.
En el comedor el ambiente había
cambiado. Zaira notó como Facundo le contestaba de forma ruda, fría y molesta.
Comenzó a hacerle toda clase de preguntas acerca de Pedro y Paula, cosa que le
pareció muy extraña.
A los pocos minutos Paula regresó
con una ensalada de tomate. Terminaron de almorzar y pasaron de nuevo a la
sala.
-Bueno yo creo que ya los moleste
lo suficiente.
Paula medió sonrió.
-Nos vemos pronto Pau, te cuidas.
-Chau Zai.
-Chau Facundo.
Él se limitó a hacer una mueca.
Paula acompañó a su amiga hasta
la puerta, y al subirse a su coche pudo ver la mirada de miedo y desesperación
en el rostro de Paula. No se quería despegar de la puerta, como si no quisiera
entrar a su casa.
Zaira comenzaba a
imaginarse de que se trataba todo esto.-----------------------------------------------------------------------------------
Gracias por los lindos comentarios sobre la historia! Que alegria que les guste esta adaptacion! Y aca van 3 capitulos! Hasta mañana! :)
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