martes, 23 de abril de 2013

Capitulo 8


-¡Buenos días!
-¿Y mi muffin?
-¿Qué muffin? –preguntó con confusión Pedro
-Te dije claramente que la próxima vez que vinieras tenías que traerme un muffins.
-¿Cuál es tu problema con los muffins?
-El azúcar… ¿Dónde está? Hablo enserio.
Pedro sonrió con fingida inocencia.
-Andate!
-¡Florencia!
Flor rió.
-¡Ay, está bien! Te podes quedar.
-Gracias… supongo.
-Solo que lamento informarte que Paula no está, hoy es su día libre.
-Lo sé.
-¿Entonces a que venis? –dijo confundida
-¿Qué? ¿ Ahora ya no te puedo visitar a vos?
-¡Por favor! A menos que entre tus planes esté tener una cita conmigo no te acercarías a la oficina si Paula no está.
-¡No exageres! Vos también sos mi amiga.
-Sí, pero a mí no me haces visitas sociales y… se te olvidan mis muffins.
-¡Dale con los muffins! Te prometo traer una caja entera la próxima vez que te vea ¿si?
Florencia sonrió encantada con la idea.
-Bueno ahora si, decime, ¿Qué te trae por aca?
-Necesito hablar con vos acerca de Paula, por eso aproveche a venir hoy que es su día libre.
-¿De Paula?
-Sí, y bueno dado el caso que ya son casi las dos de la tarde te invito a comer ¿aceptas?
-¿Habrá muffins? –preguntó divertida
Pedro negó con la cabeza, esta mujer tenía serios problemas con los muffins.
-Sí, habrá muffins.
-¡Entonces voy a estar encantada de acompañarte! –dijo con demasiado entusiasmo
Pedro había quedado con Zaira averiguar lo más pronto posible que era lo que Paula tanto escondía, y ahora más que nunca. La llamada que le hizo hace dos días lo había dejado muy preocupado.
-¿Qué queres saber de Paula? Creo que  sabes más cosas de ella vos que yo.
-Quiero que me digas si no la notaste extraña estos últimos días.
-¿Extraña? ¿En qué sentido?
-No sé, así como nerviosa, o algo, que hace cosas que no realiza normalmente, cosas así.
Florencia pareció meditarlo un momento, luego Pedro pudo ver como fruncía el seño, como si acabara de darse cuenta de algo.
-Ahora que lo mencionas, Paula estuvo llegando más tarde que de costumbre al trabajo. Antes nunca lo hacía, ahora lo hace con frecuencia.
-¿Desde cuándo llega tarde?-preguntó interesado
-Bueno, hace aproximadamente un mes.
-Mmm…
-Otra cosa es que…ya no se queda a trabajar a más de las seis de la tarde, siempre se pone muy nerviosa diciendo que va a llegar tarde a casa.
-¿Enserio?
-Sí, antes no le importaba tanto. Incluso había veces en que decidía quedarse a terminar los trabajos porque no le gusta trabajar en casa, ahora se lleva casi todos los trabajos a casa.
Pedro frunció el seño. ¿Por qué el cambio tan repentino en Paula? Empezaba a preocuparse enserio, debía de averiguar que le estaba pasando.
-Pedro, te puedo preguntar ¿Por qué tanto el interés?
-Como lo dijiste, Paula se está comenzando a comportar de una manera extraña, incluso siento que ha estado evitándome y no sé por que.
-Sabes, yo medio lo había notado. Pero pensé que eran imaginaciones mías.
-¿Crees que esté enojada conmigo?
-No sé, ¿Pasó algo entre ustedes?
-¡No! Eso es lo más extraño de todo, no nos  peleamos por nada, ni disgustado, no entiendo.
-Mirá, voy a tratar de averiguar que le ocurre a Paula con vos, pero no prometo nada.
-¿De verdad lo harías?
-¡Claro que sí! Pero eso sí, ya sabes cuál es mi recompensa.
-¡Te voy a llevar toda clase de muffins! ¡Y con helado! ¿Qué tal?
Florencia rió.
-Veo que empezas a entender, pero… ¿Vos crees que le pasa algo más, cierto?
-La verdad sí, Zai y yo creemos que algo le está pasando y no nos quiere contar nada, pero pensamos averiguarlo.
-¿Qué crees que sea?
-Que está enferma –dijo haciendo una mueca ante tal pensamiento
-¡Qué! –dijo asustada
-Bueno, la verdad es que no sé, pero no se me ocurre otra cosa.
-¡Tremendo susto que me  diste!
-Lo siento, pero es que de verdad estoy preocupado. Además la otra noche la llame y estaba hecha un mar de lágrimas.
-¿Qué le pasó? –preguntó angustiada
-No me quiso decir, Paula no me oculta nada, por eso todo esto me parece muy extraño.
-Definitivamente está escondiendo algo
-Sí
-No te preocupes Pedro, ahora que me pusiste al tanto estaré pendiente de ella.
-Muchas gracias Flor.
-No me agradezcas nada, Paula también es mi amiga.
-¿Ahora si queres tu muffin?
-¡Por supuesto!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario