-Paula voy a supermercado ¿queres
algo?
-No gracias.
Pedro asintió y salió de la casa.
Hacía dos semanas que Zaira, Pedro
y ella vivían en la misma casa, más bien, hacía dos semanas que ambas fueron a
invadir la casa de Pedro.
Ninguno de los dos había estado
dispuesto a dejarla sola desde el mismo momento en que la dieron de alta en el sanatorio,
la decisión de vivir los tres juntos ya estaba tomada, nada más faltaba la
casa.
Pedro se ofreció de inmediato y
siendo la casa más grande nadie objetó nada, además Paula simplemente no quería
regresar a su antigua casa, no quería revivir cada golpe a cada minuto,
necesitaba un cambio.
-¿Pedro acaba de salir?
-Sí
-¡Ahhhh! No me digas que fue al
super!…
-Ehhhh… ¿no?
Zaira se puso a patalear, Paula
no pudo evitar soltar una carcajada ante la respuesta de su amiga.
-¡Quería una coca-cola! ¿Por qué no
avisa donde va? Eso me enoja.
-Zai…ésta es su casa, no creo que
tenga que avisarnos a donde va cada vez que cruza la puerta –dijo con diversión
-Paula vos me tenes que apoyar,
no llevarme la contraria.
-Está bien, está bien.
Zaira sonrió y se sentó junto a
ella en el sofá.
-¿Qué haces?
-Estoy tratando de arreglar el
logo de esta empresa.
-¿Qué es eso… parece un…?
paula soltó una carcajada.
-¿Crees que no lo sé? Fue lo
primero que se me vino a la mente en cuanto lo llevaron para que lo
arregláramos, es para un restaurante de hot dogs.
Zaira estalló en carcajadas.
-¡Vaya que necesitan ayuda! Creo
que con ese logo es otro tipo de clientela la que les va a llegar….
Paula rió.
-No lo dudo.
De pronto el teléfono comenzó a
sonar, en vista de que Paula estaba bastante concentrada en el arreglo del
logotipo, fue la morocha quien contestó.
-Buenas tardes casa del señor Alfonso
y las señoritas Zaira y Paula ¿Con quien desea hablar? –contestó alegre
-¿Se encuentra la señora Paula de (P)?
Zaira se tensó de inmediato, tiró
una mirada furtiva hacia el sofá en donde se encontraba Paula y regresó su
atención al teléfono.
-¿Quién habla?
-Mi nombre es Julio Cazar, hablo
departe del juzgado. ¿Está la señora?
-¡Señorita! Disculpe, ella ya no
tiene nada que ver con ese tipo me escuchó! –estalló Zaira
Hubo silencio de parte del otro
lado de la línea.
-Señorita…
-Enseguida se la comunico, ¡Pero
ni se le ocurra decirle señora de (P), porque juro que yo misma voy al
juzgado a arrástralo! Mire que sé su nombre…
-Se lo prometo señorita ¿Me la
podría pasar? Es importante –dijo un tanto incómodo
-Permítame
Zaira dejó el auricular a un
lado.
-Paula, tenes una llamada del
juzgado.
El lápiz que sostenía en la mano
cayó al suelo. Zaira se arrepintió de pasarle la llamada.
Con nerviosismo Paula se levantó
del sofá y se acercó al teléfono, contestó la llamada.
-Buenas tardes
-¿Señorita Ch?
-Sí, ella habla.
-Soy Julio Cazar, le hablo desde
el juzgado. Mañana necesitaremos de su presencia para tramitar los papeles de
divorcio y para que presente su denuncia ante el señor (P).
Paula contuvo la respiración.
-¿Va a estar él presente?
-Sí
Facundo había sido arrestado el
día en que Paula fue llevada a la clínica, por el momento él se encontraba en
una cárcel de los juzgados mientras la sentencia era dictada. Al parecer al fin
había llegado el momento para saber cuál sería su futuro.
El silencio se hizo presente por
unos segundos.
-¿A qué hora?
-A las nueve de la mañana
-¿Tengo que ir sola o alguien me
puede acompañar?
-Podrá entrar solamente con un
acompañante.
-De acuerdo, gracias.
Paula cortó la llamada, nada más
para encontrarse con la cara de preocupación de su amiga.
-¿Estás bien?
-No lo sé….
Realmente no sabía cómo sentirse,
por un lado tenía miedo por volver a ver a Facundo, no quería saber qué clase
de barbaridades le soltaría en cuanto la viera. Por otro lado tenía tanta rabia
y ganas de enfrentarlo de una vez por todas, decirle que él ya no le importaba
y que lo refundiría en la cárcel.
Pero no sabría si tendría las
fuerzas y el valor suficiente para hacerlo.
Caminó hacia el sofá de nuevo y
se sentó, sin darse cuenta comenzó a temblar.
-¡No debí de haberte pasado la
llamada!
-¿Qué llamada?
Ambas se congelaron al escuchar el
tono tan serio que utilizó Pepe.
-Me llamaron del juzgado, tengo
que ir mañana a las nueve y Facundo va a estar presente.
-¡Pero esto es increíble! ¿Cómo
se atreven? ¡Enseguida soluciono esto!
-¡No! – se levantó y gritó Paula
Pedro se detuvo y volteó a verla.
-Sé que lo haces por mí, pero
tengo que ver a Facundo…
-Paula…
-Es la única manera de acabar
esto de una vez por todas, tengo que enfrentarme a él por última vez. –dijo
decidida
-¿Estás segura? –preguntó su
amiga
-Sí, pero no puedo hacer esto
sola, los necesito a ustedes.
-Entonces ahi vamos a estar.
Después de esas palabras por
parte de Pedro, los tres se unieron en un fuerte abrazo.
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Pepe un amooor!♥ Espero que les guste!
Que tengan un lindo domingo!
Hasta mañana!
Excelentes caps!!!!
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