jueves, 9 de mayo de 2013

Capitulo 39


  -Está un poco flojo, lo quiero un poco más ajustado.
-Paula tampoco vas a estar como una sardina ¡No vas a poder bailar!
-¡Mira como se ve, parece que tuviera una bolsa en el estómago!
-Zaira deja a Pau, es su vestido. Es su Casamiento.
-Gracias Flor.
Zaira resopló.
-Está bien, está bien ya no digo nada.
Los preparativos para la boda ya estaban en proceso. No querían retrasar nada, en cuestión de dos meses Paula y Pedro serían marido y mujer.
Paula estaba muy emocionada. Por fin podría usar el vestido blanco enorme con el que siempre soñó casarse. Con Facundo su boda solamente había sido por el civil, así que no hubo nada de vestidos, nada de iglesia y nada de damas de honor. Pero esta vez Pedro y ella se estaban encargando que todo fuera perfecto y como debía ser.
-Está quedando hermoso Pau…
Paula tuvo que tomar un respiro y verse al espejo. Todo parecía un sueño, el vestido estaba quedando tal y como se lo había imaginado.
-¡Buenas tardes..! –dijo feliz.
-¡Pedro! –gritaron las tres al unísono.
Florencia y Zaira corrieron a la entrada.
-¿Qué crees que estás haciendo?
-¡No podes pasar! ¡Andate! ¡Fuera!
Desde el fondo se escuchó un grito de Paula.
-¡Hey tampoco es para que lo traten así!
-¡La novia tenía que ser! –bufó Zaira.
Pedro rió.
-¿Me podrían decir que está pasando? No entiendo nada.
-¡Paula se está probando su vestido!
-¡Así es! Por lo tanto vos no la puedes ver; es de mala suerte.
Pedro rodó los ojos.
-Está bien, está bien, no voy a entrar. ¿Pero no es necesario que salga cierto?
-No, creo que exageramos un poco –dijo Flor.
-¿Un poco?
-¡Bueno bastante!
Pedro soltó una carcajada.
Unos minutos después Paula estaba lista para partir. Pedro se levantó inmediatamente al verla y la saludó como debe saludar un prometido a su prometida.
-Comprendemos la necesidad que tienen, pero por favor contrólense enfrente de nosotras.
Pedro y Paula rieron.
-Sara, ¿Para cuándo es la otra cita?
-Dentro de dos semanas.
-Muchas gracias.
Todos se despidieron de la diseñadora.
-¿Necesitas que te llevemos a casa Zai?
-No se preocupen por mí, tengo varias citas con varios departamentos.
Pedro hizo una mueca.
-¡No me hagas caras! ¡ sabes perfecto que ahora más que nunca tengo que irme de tu casa!
-Ni le respondas Pepe, además yo la voy a acompañar, así de una vez por todas se decide por uno. –dijo Flor.
Todos se rieron.
A los pocos minutos cada pareja se encontraba en camino a su destino, Paula y Pedro seguirían buscando las cosas para su boda.
-¿Recuerdos o regalos?
-¡Regalos! –gritó entusiasmada.

Pedro y Paula habían quedado con una tienda departamental para que ellos pudieran seleccionar una lista de los artículos que los invitados y allegados a su boda podrían comprar para ellos.
De esa manera evitaban los regalos repetidos y todo sería de acuerdo a su gusto; lo único que faltaba es que ellos seleccionaran exactamente cuáles serían los regalos.
-Buenas tardes señorita.
-Buenas tardes, ¿En que los puedo ayudar?
-Venimos a escoger los regalos para nuestro casamiento.
-¡Ah! ¿Ustedes son Paula y Pedro Alfonso?
Ellos asintieron felices.
-¡Encantados de tenerlos aca! Pasen, adelante y disfruten.
La señorita les había dado un dispositivo para que marcaran todo lo que desearan.
-Te vas con cuidado Paula.
Ella sonrió maliciosa.
-¡Dejame disfrutar esto! Vamos a seleccionar absolutamente todo lo que nos guste…
Pedro sabía que todas las mujeres eran un peligro con efectivo o tarjetas de crédito en mano, pero estaba aterrado con Paula. ¡Había seleccionado de todo sin medirse! El simplemente había escuchado el sonido de aceptado millones de veces…
Aunque debía aceptar que era divertido. ¡Él no tendría que gastar ni un centavo! Además también participo en la selección de regalos.
-¡Esto es increíble! -dijo riendo Paula.
Al terminar ambos salieron con una sonrisa enorme en el rostro.
-Bueno, creo que me enviciaste con esa máquina ¿Qué te parece si nos casamos de nuevo el otro año también? –dijo Pedro.
Paula soltó una carcajada, seguidamente tomó posesión de los labios de su prometido.
-Pensándolo bien, esto me gusta más.
Ella sonrió.
-¿Listo para seguir?
-¡Por supuesto!
-Amor, me refiero a los recuerdos.
Pedro hizo una cara de disgusto.
Ella rió.


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Y acá esta el ante-ultimo! :(
Espero que les guste! Y gracias por los comentarios!
Hasta mañana! :)

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