martes, 7 de mayo de 2013

Capitulo 37


Paula abrió los ojos lentamente. No asimilaba en donde se encontraba.
Enfocó su vista hacia su lado izquierdo y vio a Pedro dormido en el sofá.
¿Por qué había regresado Facundo? ¡Por qué justo ahora! ¡Por qué cuando por fin creía que podía ser feliz! ¿Todavía tenía que seguir sufriendo? ¿Qué no era suficiente ya?
Paula no pudo evitar comenzar a llorar, pero ya no tan efusivamente como antes.
Pedro escuchó algo a lo lejos. Despertó inmediatamente. Quería matar a Facundo con sus propias manos. Se levantó rápidamente del sofá y se colocó en cuclillas a un lado de Paula.
-Hey…hey, princesa no llores que se me parte el corazón.
-¿Por qué regresó? ¿Qué no hizo suficiente daño ya? –dijo llorando.
Pedro comenzó a acariciar su cabello, intentando calmarla.
-No sé por que regreso, pero te juro que no voy a permitir que se vuelva a acercar a vos. Siento no haber estado ahi cuando él llegó.
Paula levantó su mano derecha y tocó suavemente el rostro de Pedro.
-No sabíamos que iba a llegar, no te disculpes por eso, llegaste en el momento indicado, como siempre. ¿Te lastimó mucho?
-No te preocupes por mí, estoy bien. ¿Qué te hizo ese imbécil antes de que llegara?
Paula desvió la mirada y detuvo su caricia.
-Pau…
-No es necesario que lo sepas.
-No te quiero presionar pero necesito que me digas que te hizo. Esto no se puede quedar así.
-Pepe…
Paula relató cómo pasaron las cosas de principio a fin, Pedro había tenido que apretar la mandíbula y aguantarse las ganas de salir a reventarle la cara a Facundo. Sentía una impotencia tan grande al no haber estado allí para defenderla.
-Dios Pau…. Siento no haber estado ahi… yo tendría que haber estado con ustedes.
-Deja de decir eso. No había manera de que pensáramos que Facundo estaría allí. Pero no paso nada grave, eso es lo que hay que agradecer. ¿Florencia se encuentra bien verdad?
 Pedro asintió.
-El golpe no fue grave, hay que esperar a que despierte nada más.
-¿Te puedo pedir una cosa?
-Lo que quieras.
-Abrazame.
Pedro se levantó y subió con Paula a la cama…ella se sentó y se aferró a él.
Pedro ya no dijo nada más, solo dejó que se desahogara.
-No me sueltes por favor, no me dejes sola. –dijo sollozando.
-Aca estoy Pau, no me voy a ir a ningún lado.
Pedro tuvo que aguantarse las ganas de llorar, tenia que ser de nuevo aquel poste al cual Paula se podría aferrar, debía ser fuerte para que ella pudiera aguantar.
Paula lloró hasta quedarse sin lágrimas, finalmente pudo quedarse dormida, Pedro no se movió ni un centímetro. No lo haría. No la dejaría sola; sin darse cuenta él también se quedó dormido.

Florencia ya estaba de pie y consiente, era libre de irse a la hora que ella quisiera.
-¿Segura que te sentis bien?
-Solo me duele el golpe, estoy bien no te preocupes.
-Bueno, cualquier cosa me avisas y nos volvemos al hospital ¿de acuerdo?
-Sí, sí.
-¿Cómo está Pau?
-La verdad no lo sé. Cuando la fui a ver aun estaba dormida.
-¿Está internada?
-No, nada más le dieron un calmante, puede irse en cualquier momento.
-¿Te parece si pasamos por ella y nos vamos? Estar acá me deprime.
-Me parece una buena idea.
Caminaron juntos hacia la habitación donde se encontraba Paula, al abrir la puerta se sorprendieron de la escena que encontraron.
Paula y Pedro estaban durmiendo juntos, ella recostada en el pecho de él, y él abrazándola fuertemente.
-¡Miralos! Se ven divinos.
-Definitivamente nacieron para estar juntos.
-Esto indica que Paula no reaccionó tan mal a lo de Facundo.
-Sí, creo que tenes razón. Así tiene ser, ese ******* no tiene de tener ningún poder sobre ella ya.
-¿Te parece que debamos despertarlos?
-Aunque no quiero, sí. No creo que a Paula le guste despertar y estar encerrada en este cuarto de hospital.
-Sí, se va a sentir mejor en casa.
Zaira entro a la habitación con cuidado, se acercó a Pedro y comenzó a despertarlo.
-Pepe…Pepe… Despertate –susurró.
-Mmm…
-Soy Zai…
Pedro comenzó a abrir los ojos y a reaccionar.
-¿Qué pasa?
-Creo que es mejor que nos vayamos a casa, Florencia ya está dada de alta, hace unas horas despertó.
Pedro asintió con la cabeza, mientras que Zaira salía de la habitación para darles espacio a los dos a reaccionar.
-Pau –dijo al mismo tiempo que acariciaba su cabeza.
Ella se acomodó aun más.
Pedro sonrió.
-Pochi, despertate…es hora de irnos a casa.
Paula se rascó los ojos.
-¿Qué hora es?
-No tengo la menor idea, pero entre más pronto salgamos de aca mejor ¿no?
Ella asintió.
Paula se levantó primero, Pedro la siguió, poco a poco se despejaron y tomados de la mano salieron de la habitación.
Florencia se lanzó a sus brazos.
-¡Pau!
Paula la abrazó fuertemente.
-¡Flor! ¿Estás bien?
-Sí, sí… ¿Vos como estas?
-Ahora estoy perfecta. Pero voy a estar mucho mejor en cuanto vaya a la comisaria.
Todos se quedaron sorprendidos.


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Espero que les guste el cap!
Garcias por los comentarios y la buena onda chicas!
Hasta mañana!:)


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