miércoles, 1 de mayo de 2013

Capitulo 26


Los días siguieron pasando y Pedro se esforzó al máximo con detalles hacia Paula, continuó haciéndole el desayuno todas las mañanas, le llevaba flores, regalos, se portaba mucho más atento con ella y de vez en cuando la acariciaba de una forma mucho más intima que como amigos.
Pero al parecer Paula no reaccionaba, se hacía la loca o lo estaba ignorando.
Pedro se estaba desesperando, esperaba que no le tocara hablar con ella porque si no se daba cuenta con los detalles era una muestra de que jamás lo vería como nada más que su mejor amigo.
Le dolía en el alma pensar en eso.
Estaba seguro de no querer perder su amistad, pero sabía que en el mismo momento que hablara las cosas cambiarían entre los dos, para bien o para mal. Las cosas indicaban que para mal.
No culparía a Paula si su relación se enfriaba y se alejaba de él, pero estaba seguro que no lo soportaría demasiado. Estaba considerando seriamente quedarse callado.
-Chicas, esto no está dando resultado y si no lo está dando es por algo.
-¿Chicas? –preguntó Zaira levantando una ceja
-¿Como queres que les diga, señoras?
Florencia rió, mientras que Zaira le pegó.
-¡Cómo te atreves!
-¡Eh! ¿Por qué me agredis? ¿Qué no eras vos  la que no estaba contenta por como las llamé?
-¡Sí pero no es para que nos llames señoras! ¡Qué no ves que estamos en plena adolescencia!
-Bueno tanto como adolescencia…
-¡Pedro!
Pedro rió.
-Está bien, me quedo callado.
-Pepe, no podes darte por vencido, en algún punto Paula se va a dar cuenta. –dijo Florencia
-Eeeh… pasaron semanas y Paula no se dio cuenta de nada, o no me quiere decir nada para no lastimarme, cosa que me resulta mucho peor. Ya no sé qué hacer.
-¿Si la besas? –dijo Zaira.
-¡Estás loca! –gritó
-¡Hey muchachito! ¡Tranquilo! Era una sugerencia.
Pedro estrechó su mirada.
-Ya tomé una decisión, si Paula no me dice nada para el final de esta semana me retiro. No pienso hablar con ella y mucho menos seguir con este jueguito que me está matando.
-¡No te podes dar por vencido!
-¡Es que no hay nada  por que  vencerse! ¡Paula no me ve más que como su amigo! ¡Contra eso no puedo luchar! –gritó desesperado
-Pedro….
-¡No! La decisión está tomada. Ya no quiero hablar más de esto, voy a salir a caminar para despejarme, las veo más tarde.
Pedro se levantó de la silla y se fue. Zaira y Florencia intercambiaron una mirada.
-Es hora de intervenir.
-De eso no me queda la menor duda, no entiendo cómo Paula puede ser tan despistada.
-Es increíble, el pobre de Pedro se deshace por ella, y Paula lo trata como siempre.
-Es comprensible que esté desesperado.
-Pero yo le voy sacar esa venda, esto no puede seguir así.
-Pedro se va a enojar si nos metemos y si le comentamos a Paula sobre sus sentimientos.
-Pero es un riesgo que tenemos que correr.
-En eso estoy de acuerdo.
Justamente en ese momento Paula entró a la casa, las saludo a ambas y se sentó junto a ellas.
-¿Dónde está Pedro? ¿Creí que hoy no trabajaba?
-¿Lo extrañas? –preguntó Zaira.
-Ehhh…
-Hablando de Pedro, ¿ No lo notaste extraño últimamente? –preguntó Florencia.
-¿Cómo de qué forma?
-No sé, no sé. ¿No lo ves como nervioso cuando te habla?
-Mmmm, la verdad, la verdad no.
-¿Estás segura?
-Bueno, lo único que note es que se volvio un poco más detallista, pero me imagino que es porque Zaira y yo vivimos ahora aca y quiere que nos sintamos más cómodas.
Florencia y Zaira se quisieron colgar.
Pedro tenía razón en estar desesperado.
¡Cómo era posible que no se diera cuenta que los detalles eran exclusivamente para ella!
-Paula, ¿Sos o te haces? –preguntó Zaira.
-¿De qué hablas?
-¡Pues de vos tarada! ¡Cómo es posible que no te des cuenta que los detalles que tiene Pedro, son únicamente para vos!
-¿Cómo que para mí? Sos vos la que está delirando. Con vos Pepe se porta muy bien.
-Pau, lo que Zaira quiere decir es que, Pedro en general se porta muy bien con todos, pero con vos es especial.
-¿Especial?
-Paula, es enserio. ¿No has notado nada? ¿Pero así nada?
-Pues….
-¡El hombre te lleno la oficina de flores! ¡De regalos! ¡Te hace el desayuno todos los días!
Paula comenzó a ponerse nerviosa, sintió también como su pulso comenzaba a incrementar de velocidad. Empezaba a comprender a donde querían llegar sus amigas, tenía miedo de escuchar lo que dirían.
-Están insinuando que Pedro…
-¡Sí! Que Pedro se está comportando así porque empezó a sentir algo más que cariño por vos.
-No…no creo que…
-¡Pepe se desvive por vos! No lo niegues, por favor.
Paula se levantó de su asiento y comenzó a caminar de un lado a otro sin decir nada, sus amigas la seguían con la mirada, esperando cualquier tipo de reacción ante la bomba lanzada.
-Dios mío, Dios mío, Dios mío….
-Pau respira….
-¡No puedo! ¡Se dan cuenta de lo que está pasando! ¡Pedro se está enamorando de mí y yo ni cuenta! Ahora comprendo lo del repentino cambio de actitud… ahora comprendo… Dios….
-¿Cómo te sentis al respecto?
-No lo sé. ¡Pedro es mi mejor amigo! ¡Siempre lo fue! Todo esto es tan confuso… ¿Cómo? ¿Cuándo? Dios no puedo con esto….
-Paula relajate…
-¿Cómo me pedis eso? ¡Me acabo de enterar que mi mejor amigo siente algo más que cariño por mí!
-Te acabas de enterar porque vos así lo quisiste, quizás incluso sea ya demasiado tarde.
-¿De qué hablas?
-Pedro nos dijo que si no dabas seña de cualquier cosa esta semana desistiría y no te diría nada, no te quiere perder.
-¿Se los dijo a ustedes?
-A mí sí, el pobre ya no podía más.
-Yo me di cuenta, luego le saqué la información. Pero creeme que  no podemos creer que necesitaras ayuda de nosotras para darte cuenta de la situación, Pepe fue muy obvio, demasiado.
-¡Pero es Pedro! ¡Eso es lo que hizo que no me diera cuenta!
-¿Qué pensas hacer?
-No lo sé, esto es demasiado…yo no sé qué es lo que siento.
-Para mí que lo tenes muy claro, desde hace tiempo –dijo Florencia
-Yo opino igual, lo que pasa es que te negas a darte cuenta, y no entiendo por que.
-Paula, te digo enserio que no hay nada de malo que salgas con Pedro, no hay nada de malo en que te enamores de él. Pedro no es Facundo, mejor dicho Pedro no se convertirá en Facundo. No tengas miedo.
Paula no pudo responder.

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